martes, 31 de mayo de 2011

"Análisis Cultural del Derecho". Paul Kahn

El autor de esta obra nos proporciona una reflexión referente a la manera en la que se debe desarrollar el denominado investigador jurídico contemporáneo y para tal fin nos da opciones, para cumplir con el objetivo que no es otro sino el estudio de la cultura del estado de derecho.

     Puntualiza que la prevalencia de la ley como característica de nuestra sociedad no ha sido analizada bajo una perspectiva cultural siendo esta muy importante pues contiene una amplia diversidad de elementos que dan forma y características a nuestras sociedades.

     En esta obra Kahn nos propone investigar las implicaciones culturales de la relación entre derecho y sociedad, cosa que considero es relevante pues su importancia es considerable, pues el derecho además de ser una ciencia normativa es una ciencia social y como tal su análisis o estudio debe contemplar enfoques sociales y por ende el aspecto cultural es muy importante y no debe de ser descartado.

     Él propone que la distancia frente a las propias creencias es una condición necesaria para la investigación, opinión que comparto. Y nos dice que al investigador del derecho no debería preguntársele si el derecho es una expresión de la voluntad del pueblo soberano y por lo tanto, una forma de auto-gobierno.

     Ya que estas son proposiciones internas a los sistemas de creencias. Kahn considera que una disciplina académica que estudia las formas culturales se aproxima a estas proposiciones no desde las perspectivas de su validez, sino desde la perspectiva del significado que éstas tienen para el individuo que participa en la comunidad de creencias, ya que no se debe de perder de vista el hecho de que una norma jurídica es eficaz y válida cuando es aceptada por la sociedad, por convencimiento propio y no por imposición.

     La ley funciona, cuando se cree en ella, cuando se confía en el sistema, cuando se respeta la ley pero ello debe de ser por convencimiento de que respetar la ley es lo correcto y que es benéfico para los integrantes de una sociedad, pues cuando no se ha aceptado una norma jurídica, aunque se publique, será letra muerta, pues los ciudadanos no la consideran útil o necesaria, debe existir una concientización y aceptación por parte de la ciudadanía para que un ordenamiento jurídico tenga los efectos esperados.

     Kahn a diferencia de los estudiosos del derecho que dan por sentada la verdad de las creencias en la naturaleza de la autoridad, en el carácter del razonamiento jurídico y en la identidad del juez, piensa que el estudio autentico de nuestra cultura jurídica consiste en interpretar los mitos sobre la fundación del derecho y las creencias esenciales que constituyen el imperio de la ley. Creo que tiene una visión más amplia que muchos teóricos jurídicos que suelen ser muy cuadrados y plenamente positivistas.

     Nos describe el mecanismo por el cual el investigador habrá de llevar a cabo la investigación, partiendo desde la inexistencia de las creencias, puesto que el solo hecho de iniciar una investigación de forma parcial con el objetivo de corroborar sus creencias traería como consecuencia la parcialidad de la investigación.
    
     Por lo que es necesario que se suspendan las creencias, hasta en tanto se llegue al punto de resolver sobre la veracidad o negativa de la investigación. Por ello puedo decir que él propone que dejemos atrás nuestras creencias para poder ser objetivos y no tendenciosos, pues los prejuicios o las concepciones y creencias previas predisponen una investigación, quizás se refiere a dejar a un lado el positivismo, el iusnaturalismo, el realismo sociológico, etc. Porque creo que otro tipo de creencias y conocimientos que forman parte de la personalidad y experiencia de vida, son imposibles de sustraer y apartar del investigador social, pues como individuo y ser humano es fruto de su entorno y contexto social y posee, creencias y concepciones, así como percepciones del mundo y universo que le rodea.

     Aquí preciso decir que necesitamos reconocer la existencia de múltiples posiciones a través de las cuales podemos plasmar nuestra experiencia e incluso podemos confrontar y ponderar nuestros pensamientos con ideas diferentes.
     En tal sentido  se considera que no debemos idealizar la posibilidad de alternativas, reales o imaginarias, y tampoco asumir que la respuesta parece clara, toda vez que en las investigaciones se debe agotar todas las posibilidades y no pensar en respuestas preconcebidas, sino buscar nuevas respuestas, las que nos arroje la investigación.

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