martes, 31 de mayo de 2011

¿Por qué se debe obedecer el derecho?

Es una sencilla pero buena y gran pregunta, no sólo debemos preguntarnos qué es el derecho sino por qué lo debo de obedecer. 

Creo que el derecho entendido cómo mecanismo de control social, nos marca la pauta de que debe ser obedecido, pues se entiende que el dercho emana del Estado y éste es el detentador del monopiolio de la fuerza y el poseedor de la violencia legitima, que no es otra que las fuerzas armadas. Recordemos al Leviatan de Hobbes.

Pero el ciudadano común y corriente, no conoce la definición teórica científica de Dereccho, de Estado, sólo se pregu nta y por que he de obedecerlo.

No es tan facíl de responder cómo parece pero se intentará a quí buscar un argumento, que responda a tal interrogante.

Observamos una relación precisamente, con poder, ciudadanía y Estado. Surgiendo en consecuencia planteamientos elementales: ¿Cuáles son los fines del Estado y del Derecho?, ¿qué papel han jugado las cientncias sociales en la relación entre Poder, Sociedad y Derecho?, ¿Cuál es la fuente de legitimación del Poder?, por mencionar sólo algunos.

Haciendo una rápida reflexión en cuanto a poder, democracia, estado y derecho, basados en el iusnaturalismo clásico podremos señalar que la filosofía del ejercicio de autoridad y, por lo tanto, del poder, al servicio del ser humano, de su dignidad y sus derechos, en cuanto ser humano –individual y colectivamente-, tiene pleno sentido decir mandar obedeciendo. Toda vez que sintetiza la concepción de lo político que conduce a una comunidad a la construcción del bien común.

Continuando con el análisis, y haciendo referencia a las teorías contractualitas que sostienen que la sociedad es artificial, es decir, que no es natural y que su base obedece a un contrato con fines específicos, que son producto de un pacto y no de la naturaleza del hombre.

Dicha corriente de pensadores tiene la participación de Hobbes, Locke y Rousseau, quienes orientan su pensamiento y sus esfuerzos en descifrar el origen del Estado, sin embargo estos autores tampoco coinciden plenamente en sus postulados.

Según Rousseau el origen del pacto se encuentra en la razón y tiene fines tales como garantizar las libertades, y sostiene que la voluntad particular no se opone con la voluntad del Estado mismo. Considera que debe surgir un sistema político que tenga como fin conciliar y hacer posible la voluntad general con la voluntad individual.

A su vez, John Locke nos plantea que el fin supremo del Estado es proteger las libertades fundamentales, representadas preponderantemente por la propiedad privada, considerándola incluso como parte de la ley natural, a grado que tal que la visualiza como el principal de los derechos naturales.

Hobbes se basa en la premisa de considerar que el hombre por naturaleza es un ser hedonista y egoísta lo cual lo lleva a  utilizar cualquier medio para poder alcanzar sus metas. Señalando incluso en su obra y pensamiento que el poder es un satisfactor del placer.

Marcos Roitman nos comparte el hecho que desde la perspectiva del pensamiento sistémico el hombre y su pensamiento requieren evolucionar con el fin de que el propio sistema tenga una reestructuración.

La organización social vista desde un plano netamente positivista y bajo la lupa de la teoría del social conformismo pretenden justificar incluso la violencia ideológica.

Los derechos individuales  tienen un valor superior a cualquier otro valor, es la base del  pensamiento anti distributivo y es la base también de un sistema político impuesto en nuestro país desde el poder del Estado, que ha generado la profundización de nuestra desigualdad, la perpetuación de la pobreza y la constante exclusión de los diversos satisfactores de vida que nos permitan vivir con dignidad.

            Al considerar al derecho no sólo como un conjunto de normas basado en la escuela positivista, sino como un medio para mantener el orden público y dilucidar los conflictos, para facilitar transacciones, arreglos voluntarios, incluso para otorgar legitimidad a determinados y actos y acciones de los gobernantes, como un mecanismo de educación y generación de una conciencia cívica en busca de la materialización de las aspiraciones sociales.

El explicar que el valor del derecho no radica justamente en la coacción sino en el nivel de aceptación y legitimidad que puede generar en la sociedad es una tarea fundamental que debe ser valorada en su justa dimensión. Sin duda alguna cuando el derecho tiene de su lado la legitimidad su objetivo se alcanza más rápido y la aceptación social es vista de una manera distinta a lo que implica una imposición.

Para el Dr. Rodolfo Vázquez, las razones sólo pueden ser prudenciales o morales y “el punto de vista externo”, al que también se refiere Hart, alude a las razones prudenciales, entonces el punto de vista interno sólo podría implicar una adhesión a las normas jurídicas por razones morales.

Otra postura implica que el derecho es obedecido, por la fuerza del Estado.
     Y el derecho se debe de obedecer porque la razón de ser del Estado es mitigar el conflicto social y administrar la escases. Pero cuando las instituciones que regulan la impartición de justicia no funcionan correctamente se dice, que no hay Estado de Derecho o que existe un Estado Fallido.
     Por lo que puedo concluir que el Derecho se debe de obedecer para que el Estado se encuentre en una condición sana, de fortaleza institucional, pues la dualidad de Estado y Derecho, deben estar equilibradas para que el Estado logre su cometido mitigar el conflicto político y administrar los bienes escasos y ojalá también fuera el alcanzar el bien común de su sociedad. Al ciudadano se le debe de convencer de que le conviene obedecer el derecho y que por ello debe obedecerlo. Para nosotros los polítólogos y abogados nos queda claro el por qué, pero al ciudadano común le debemos aún esa respuesta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario