martes, 31 de mayo de 2011

¿Podemos vivir sin derecho?

     Considero que el derecho es una creación de los hombres quienes organizados políticamente deciden conformar a lo que hoy entendemos cómo Estado y que para Norberto Bobbio de forma muy general significa: “la organización política de la sociedad”. Siendo la aparición del Estado y por ende del Gobierno y de la Administración Pública el resultado de una evolución histórica de la sociedades.
     Pero es preciso aclarar que el Estado es necesario sólo en las sociedades complejas, grandes, diversificadas, en donde confluyen muchos y diversos intereses políticos y económicos y por lo tanto ideológicos. Por su gran tamaño y características de urbanización, hoy no sólo hay ciudades, sino metrópolis y peor aún megalópolis, como nuestra ciudad de México el DF. 
     Y por las condiciones caóticas, de aglomeración y hacinamiento, desempleo, falta de oportunidades, necesidades de contar con servicios de salud, vivienda, educación, esparcimiento, etc.
     Es impensable una vida cotidiana sin que se ponga en práctica lo que conocemos como derecho. Pero en comunidades indígenas, apartadas de las grandes urbes, existen reglas, sociales o comunitarias, quienes gobiernan son en ocasiones los ancianos por ser considerados como personas sabias, pero su cultura y costumbres así como tradiciones, permiten y provocan que las normas o reglas de conducta o convivencia se sigan al píe de la letra, por convencimiento y no por coerción o por obligación física, incluso no hay cuerpos policiacos que utilicen la violencia, principios éticos y morales les permiten comprender y actuar acorde a sus costumbres, sin necesidad de usar el derecho, estoy hablando de las comunidades pre-jurídicas.
     Para poder vivir en una ciudad moderna sin derecho, nos hace falta, educación, cultura cívica, principios y valores, moral y sobre todo ética, mayor aún nos falta desarrollar nuestro humanismo para poder vivir en armonía y paz, con respeto y tolerancia, pero ello es muy difícil, pues los hombres no somos iguales los unos con los otros, ni ante la ley, y mucho menos ante el mercado, y mientras exista la desigualdad, existirá la injusticia, y por ende no habrá paz y armonía, sino sometimiento y control estatal, por parte de las clases dominantes que detentan el poder político y económico real, a nivel transnacional.

Eso es lo que yo pienso.

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